El Malba: un museo iberoamericano también en su dirección
En 23 años de historia, el museo bonaerense suma 5 directores iberoamericanos.
Tras el mexicano Agustín Arteaga (con 2 años en el cargo), el argentino Marcelo Pacheco (10), el español Agustín Pérez Rubio (4) y la venezolana Gabriela Rangel (2), el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) tendrá como máximo responsable curatorial al brasileño Rodrigo Moura, a partir de marzo de 2025, cuando se instalará a tiempo completo en Buenos Aires.
De esta manera, Moura se convierte en el quinto director artístico iberoamericano del museo bonaerense, creado hace 23 años por el coleccionista y filántropo argentino Eduardo F. Costantini (Buenos Aires, 1946), que, además, ha estrado su nueva sede Malba Puertos, el pasado mes de septiembre.
Aprovechando el nombramiento del nuevo director artístico, repasamos las posiciones institucionales de este quinteto (previas y posteriores al Malba, sin incluir curadurías en bienales o cargos en asociaciones profesionales) y destacamos algunos de sus mayores logros en el museo.
Lo cimentó
Arteaga, quien acaba de anunciar su salida del Dallas Museum of Art, fue el director fundador del Malba.
Aunque tuvo un paso breve por la dirección, con tan solo dos años, bajo su tutela se organizaron exposiciones que son ya historia del museo, como “Políticas de la diferencia Arte iberoamericano de fin de siglo“ o “Artistas modernos rioplatenses en Europa 1911-1924“.
Un dato a destacar, es que, de los cinco, es el que más posiciones institucionales ha ostentado, tanto antes como después de su paso por el Malba. Y es que Orteaga, a lo largo de su ya extensa trayectoria, siempre ha estado ligado a la gestión de grandes instituciones museísticas.
Lo consolidó
Hasta la fecha, Pacheco ha sido el que más tiempo ha estado en el cargo, acumulando toda una década, desde 2003 a 2013. De ahí, que hayan sido alrededor de un centenar las exposiciones programadas bajo su liderazgo. Como gran conocedor de la escena local, comenzando por muchas dedicadas a destacados artistas argentinos, entre otros, Marta Minujín, León Ferrari, Oscar Bony o el pintor modernista Alfredo Guttero. A estos dos últimos, bajo su propia curaduría.
Tampoco podían faltar muestras dedicadas a grandes figuras de otros países latinoamericanos, como el uruguayo Joaquín Torres-García, los brasileños Tarsila do Amaral y Alfredo Volpi, los venezolanos Carlos Cruz-Diez, con curaduría de Mari Carmen Ramírez, y Gego: u otros más jóvenes como el colombiano Oscar Muñoz o el tempranamente desaparecido artista cubano Félix González-Torres, por citar solo algunos.
Del mismo modo, organizó la primera gran exposición de Andy Warhol en el país; se ocupó de históricos movimientos internacionales como Fluxus o de miembros del archiconocido Young British Artists como Douglas Gordon.
Por supuesto, cabe destacar la puesta en marcha de la serie de exposiciones Contemporáneo, en la que de la mano de curadores invitados, como Gustavo Buntinx, Cristina Schiavi, Sofía Hernández Chong Cuy o Fernanda Laguna, por citar algunos, se exhibieron trabajos de jóvenes creadores y colectivos latinoamericanos como Carlos Amorales, Matías Duville, Mónica Girón, Mondongo, entre otros muchos.
Lo emancipó
Pérez Rubio desarrolló para el Malba un programa sociopolítico centrado en las artistas latinoamericanas y el contexto queer de América Latina, en colaboración con otros agentes locales, regionales e internacionales, además de una serie de programas públicos y nuevas publicaciones bajo una mirada crítica y emancipadora. También promovió una forma de trabajo transversal y orgánica entre las diversas áreas del museo.
En relación con los fondos del museo, lideró un proyecto de investigación de dos años que culminó con “Verboamérica”, nueva exhibición de la Colección –co-curada con Andrea Giunta– desde una mirada poscolonial del arte latinoamericano.
Asimismo, aumentar la representación y la exhibición de artistas mujeres, a la par de incluir proyectos vinculados a la diversidad de género fueron dos ejes centrales de su programa. Ejemplos de ello son “Estructuras de aire” de Teresa Burga, curada junto a Miguel A. López o “Memorias imborrables”, una mirada histórica sobre la Colección Videobrasil, también con su sello curatorial. Desde su salida del museo, se desempeña como curador independiente.
Lo virtualizó
Durante los dos años de gestión, Rangel llevó adelante el desafío de programar el museo presencial y el museo virtual, que se consolidó a través del desarrollo de nuevas iniciativas lanzadas en la plataforma en septiembre 2020: el archivo bilingüe “La historia como rumor”, y “Hable con ella” y una serie de conferencias y charlas virtuales con destacados referentes nacionales e internacionales como Coco Fusco, Tania Bruguera, Regina Galindo. Asimismo, Rangel formó parte del núcleo fundador de la Red Argentina de Museos y Espacios de Arte (RAME).
En relación con el acervo, Rangel elaboró junto a curadoras del museo una nueva narrativa de la Colección Malba, “Latinoamérica al Sur del Sur”, concebida desde una perspectiva regional situada en Buenos Aires y a manera de palimpsesto, elaborado sobre otras muestras del acervo. En este período, Malba recibió donaciones de obras de Donna Conlon, Milagros de la Torre y Karin Idelson y se adquirieron nuevas obras para la colección de artistas como Maris Bustamante, Marcia Schvartz, Martin Chambi, Sharoanawe, Graciela Sacco, Regina José Galindo, Sofia Muriente, entre otros.
También proyectó el programa Paralelo 1//3, con la exhibición “Fuera de serie” de las artistas Alejandra Seeber y Leda Catunda, resignificando los espacios del museo y proponiendo una participación del público en la construcción espacial del discurso museológico.
De la misma manera, destacar que Rangel organizó durante el confinamiento de la pandemia la exposición “Terapia”, que toma como punto de partida la influencia del psicoanálisis en el arte argentino y su establecimiento como un vector de modernidad en el país. La muestra reunió alrededor de doscientas obras de más de cincuenta artistas argentinos como Grete Stern, Luis Felipe Noé, Narcisa Hirsch y Roberto Jacoby, entre muchos otros, provenientes de más de cincuenta colecciones privadas y de importantes instituciones como: Museo Nacional de Bellas Artes, Museo Sívori, Fundación Klemm, Archivo Di Tella, Fundación Espigas IDA, Fundación Lariviere, Fundación BBVA, CeDInCI y APA, entre otras.
Desde su regresó a Nueva York, ejerce como curadora independiente.
Lo pilotará al 25 aniversario
Precisamente, de Nueva York viene Moura, quien llegará a Buenos Aires, en marzo de 2025, para cubrir la plaza vacante desde 2021, tras la salida de Rangel.
El Curador Jefe del Museo del Barrio ha comentado sobre su próximo destino: “Sigo los pasos de Malba desde sus inicios y siempre lo he admirado como una de las instituciones líderes en la promoción del arte latinoamericano en el mundo. El Museo ha construido una gran trayectoria, basada en una visión y una colección extraordinarias. Me siento muy honrado y emocionado por sumarme al museo cuando se acerca su 25 aniversario, para ayudar a darle forma a su futuro y consolidar su presencia en el escenario artístico internacional”.
Por su parte, Eduardo F. Costantini ha subrayado sobre el nombramiento: “Es una alegría darle la bienvenida al primer Director Artístico brasileño en la historia del museo. Su trayectoria institucional en centros clave del arte latinoamericano como el MASP en São Paulo, el Instituto Inhotim en Belo Horizonte y El Museo del Barrio en Nueva York, le dan una experiencia única para asumir la dirección de las dos sedes de Malba. Rodrigo aportará su mirada estratégica para seguir posicionando el museo y el arte de nuestra región a nivel internacional”.