Ave, Adriano, la Bienal de Venecia te esperaba
Tener al primer curador iberoamericano y residente en la región, en los 130 años de la bienal veneciana, ¡se ha notado y de qué manera!
El emperador Adriano, de origen español, cuidó de su pueblo y fortaleció el Imperio. Por estas razones y más, se le recuerda como uno de los "Cinco Buenos Emperadores".
En la Bienal de Venecia, la más antigua e importante del mundo, a punto de inaugurar oficialmente su 60ª edición, hay otro Adriano, este de origen brasileño, al que se le recordará por ser el primer curador iberoamericano a cargo de la muestra central en los 130 años de historia de la Bienal de Venecia.
Sin duda, la espera ha sido larga, pero ha merecido la pena, ya que Adriano Pedrosa, director artístico del Museu de Arte de São Paulo (MASP) desde 2014, no ha dejado pasar la ocasión que le brinda el gran escaparate internacional de la bienal veneciana para otorgarle el mayor protagonismo posible al arte de ámbito iberoamericano.
Así, analizando los datos de las exposiciones centrales de las últimas seis ediciones (disponibles en el archivo de la bienal), se puede comprobar como la 60ª edición tiene una más que sobresaliente y destacada presencia de artistas provenientes de la misma región a la que pertenece el responsable curatorial de la bienal: más de un tercio (37,7%) de los 331 artistas participantes en la exposición central “Extranjeros en todas partes“ proceden de países iberoamericanos.
Si echamos la vista atrás, Okwui Enwezor, el reconocido curador de arte nigeriano, quien fuera gran defensor y promotor del arte africano, en su exposición “All the world’s future“, de 2015, incluyó 21 artistas africanos (2 de ellos nigerianos) entre los 136 participantes. Eso es 22 puntos porcentuales por debajo (15,4%).
Del mismo modo, también es destacable la presencia de artistas provenientes del país originario del curador. Así, Brasil suma algo más de una treintena rozando casi el 10%. Aclarar que hemos contado a artistas también nacionalizados y/o que desarrollaron la mayor parte de su carrera en tierras brasileñas, como los desaparecidos Lina Bo Bardi y Waldemar Cordeiro o también en activo como Anna Maria Maiolino, la flamante León de Oro 2024, entre otros.
Tan solo “May You Live In Interesting Times“, en 2019, bajo curaduría del estadounidense Ralph Rugoff, supera ese porcentaje por 10 puntos porcentuales o lo que es lo mismo con 19,3% de artistas de los Estados Unidos.
Si atendemos al número de artistas por región y/o continente en la presente edición: tras los 125 de Iberoamérica (incluyendo a España), le siguen Asia, África, Europa, América del Norte y Oceanía con 74, 55, 53, 20 y 8, respectivamente.
Por otro lado, si comparamos el número de artistas por país en la 60ª edición: tras Brasil con 31, la segunda plaza la ocupa el anfitrión, Italia, con 26; siendo los tres siguientes México, Colombia, Sudáfrica y Líbano con 16, 15, 13 y 11, cada uno.
Y, finalmente, tenemos el desglose/evolución de la participación de artistas de 19 países iberoamericanos en la exposición central de las últimas seis ediciones.
De ello, me gustaría destacar algunas observaciones extraídas del análisis de datos.
Por un lado, tan solo Argentina y México han contado con representantes en esta media docena de exposiciones.
Por otro, que, desde 2013, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Panamá, Paraguay y Puerto Rico no habían contado con ningún artista. Así, en esta edición de 2024, hay seis bolivianos, cinco guatemaltecos, dos panameños, dos paraguayos y un puertorriqueño.
Del mismo modo, cabe señalar la ausencia de artistas portugueses. A nadie se le escapa la importante relación histórica entre Brasil y Portugal, de hecho, tal y como reconoce Pedrosa al final de su introducción: “Brasil es también el hogar de muchas diásporas, una tierra de extranjeros: además de los portugueses que invadieron y colonizaron el país, es el hogar de las diásporas africanas, italianas, japonesas y libanesas más grandes del mundo”.
De todas esas diásporas hay grandes representantes en la exposición, algunos tan señalados como la japonesa-brasileña Tomie Ohtake o los ya referidos italo-brasileños de más arriba, por citar solo algunos.
Como no podría ser de otra manera, por mi parte, no solamente estoy muy contento de esta alta participación iberoamericana en “Extranjeros en todas partes“, también lo estoy por la buena representación asiática y africana.
Si atendemos a los números, quizás, en la presente edición el sentimiento de ser extranjeros, lo sientan en mayor medida aquellos artistas de otros continentes casi siempre más favorecidos a lo largo de la historia de la Bienal.
¡Espero que nadie acuse a Adriano de barrer demasiado para casa!